miércoles, 10 de junio de 2009

"La contaminación del aire en las ciudades afecta más al corazón que a los pulmones"


Adjudica el problema a las emisiones de las fábricas y vehículos y al humo del tabaco, entre otros factores. Sidney Smith médico el investigador en los Estados Unidos habló sobre las amenazas ambientales que dañan la salud.

Cuando Sidney Smith empezó su carrera como médico e investigador en los Estados Unidos, se preguntaba qué pasaba dentro del corazón enfermo. Con el tiempo se fue dando cuenta que si quería cuidar mejor a los pacientes, debía mirar un poco por fuera del consultorio. "Hoy la contaminación del aire en las grandes ciudades afecta más al corazón de las personas que a los pulmones".

Smith cerró ayer una de las últimas sesiones del XVI Congreso Mundial de Cardiología, que se desarrolló desde el domingo y fue organizado por la Federación Mundial del Corazón, la Sociedad Argentina de Cardiología y la Federación Argentina de Cardiología. Habló sobre las amenazas ambientales que dañan la salud.

-¿Existe ahora más preocupación por el aire de las ciudades?

-Sí. Por ejemplo, varios deportistas se manifestaron en contra de ir a Pekín, en la China, para los Juegos Olímpicos porque saben que la calidad del aire de esa ciudad tiene un riesgo posible para su salud. Y el gobierno chino dijo que va a cerrar fábricas y autopistas durante los días de los juegos. El nivel de concentración de material particulado es alto en Pekín, como lo es también aquí, en Buenos Aires, una de las ciudades más contaminadas.

-¿Y cuáles serían las amenazas principales que puede haber en el aire de una ciudad?

-Tenemos ya evidencias científicas para afirmar que el material particulado, el ozono, el monóxido de carbono, los óxidos de ni trógeno, el dióxido de azufre y el humo del tabaco son las principales amenazas. Las fuentes son varias: las emisiones de las fábricas, los autos y los camiones, el fumar, la quema de vegetación, como ocurrió recientemente en el Delta argentino, y las cenizas de los volcanes. Todos contribuyen de alguna manera al aumento del riesgo cardiovascular.

-Hasta ahora, se pensaba más que el aire contaminado afectaba a los pulmones.

-Sí, ahora las evidencias abruman y señalan que la salud cardiovascular está también en problemas. Sabemos que en los EE.UU., la gente pierde entre 1,8 y 3,1 años de expectativa de vida por la contaminación del aire.

-¿Qué más descubrieron?

-Muchos científicos están identificando asociaciones con la enfermedad cardiovascular. En Europa del Este, se encontró que el aire contaminado por las emisiones industriales puede asociarse a más cantidad de chicos con enfermedades cardíacas congénitas. Otro estudio presentado durante este congreso demuestra que sólo 30 minutos de exposición al humo de tabaco ajeno bastan para aumentar el 30% el riesgo de enfermedad coronaria.

-Entonces, ¿qué puede hacer la gente para protegerse?

-Mucho. Por empezar es muy útil que en cada ciudad se monitoree el aire. En los Estados Unidos, contamos con esa red y cada uno puede chequear si el aire es peligroso para su salud. Esta red es especial para los grupos más vulnerables: las personas mayores, los más pobres, que viven generalmente en las áreas más contaminadas, los que tienen diabetes y los que ya sufren algún problema cardiovascular. Si el monitoreo dice 'peligro', conviene no salir. Otras medidas son controlar mejor las emisiones industriales, poner carriles preferenciales para que se compartan los autos, y apoyar las normas 100% libres de humo. Todo suma.
Fuente: Clarin
http://www.corrientesonline.com/notix/noticia2007.php?i=20404

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