miércoles, 10 de junio de 2009

Dicen que el aire contaminado puede ocasionar males congénitos

Una investigación de la Universidad de California señala que los efectos de la contaminación pueden llegar hasta el útero. Y que los bebés de madres expuestas a la polución tienen más posibilidades de nacer con malformaciones.

El humo negro que sale de los caños de escape. El aire viciado en un lugar cerrado por decenas de cigarrillos encendidos. Las chimeneas de las fábricas y la quema de basurales. Todo esto, se sabe, son potenciales peligros para la salud. Ni los bebés que todavía no han nacido están a salvo: un estudio realizado por médicos de Estados Unidos señala a la contaminación del aire como culpable de posibles enfermedades congénitas.

Según una investigación realizada por especialistas de la Universidad de California en Los Angeles, publicada hace pocos días en el American Journal of Epidemiology, los efectos nocivos del aire contaminado pueden extenderse hasta dentro del útero. Y los bebés de mujeres que han estado expuestas a la polución tienen más posibilidades de nacer con bajo peso, problemas respiratorios y malformaciones.

El último estudio realizado sobre contaminación del aire y salud, en el que se analizó durante seis años a miles de embarazadas de Los Angeles, señaló que las mujeres expuestas a niveles altos de ozono y monóxido de carbono son tres veces más susceptibles a tener bebés con labio leporino, paladar hendido o defectos en las válvulas cardíacas. Según este equipo de científicos, el mayor riesgo se produce durante el segundo mes de embarazo, cuando el feto desarrolla la mayor parte de sus órganos y casi toda su estructura facial.

"El aire es el principal nutriente del organismo. Y cuando más se necesita oxígeno es en la vida intrauterina, en la panza de la madre —sostiene el médico Alberto Tolcachier, presidente de la Sociedad Argentina de Medicina Ambiental y miembro del servicio de Alergia del Hospital Durand—. Si queremos un bebé que nazca saludable y con un peso adecuado, es muy importante cuidar la calidad del aire que se respira durante el embarazo".

Pero algunos especialistas recomiendan cautela: "Por el momento no hay certeza absoluta de que la contaminación del aire sea una causa lineal de enfermedades en los bebés. Los motivos de las malformaciones son muchos y su frecuencia es baja. No hay que pensar que si uno vive en lugares contaminados va a tener hijos enfermos", tranquiliza el doctor Pedro de Sarasqueta, jefe de Neonatología del Hospital de Pediatría Juan Garrahan.

Según Tolcachier, "el principal contaminante del aire en interiores es el humo del cigarrillo". Por eso los médicos no se cansan de reiterar los riesgos de fumar durante el embarazo.

El médico Esteban Keklikian, del servicio de Neumonología Pediátrica del Hospital Británico, coincide: "Algunas sustancias que consume la madre durante el embarazo pueden dañar al feto. El efecto que más se conoce es el del humo del cigarrillo". Y detalla: "Los hijos de madres fumadoras nacen con menor peso, porque tienen menos nutrientes, y con las vías aéreas y los pulmones más pequeños. Y suelen tener una mayor manifestación de enfermedades infecciosas respiratorias".

Se sabe, además, que no sólo los fumadores sufren los efectos del tabaco, sino también quienes respiran el humo de cigarrillos ajenos. "Estos bebés nacen con las paredes de los bronquios crónicamente inflamados. Aunque es irreversible, no quiere decir que van a estar enfermos toda su vida, pero sí que serán más susceptibles", aclara Keklikian.

Los científicos apuntan además contra otras sustancias contaminantes del aire que pueden resultar nocivas. En espacios cerrados, algunos sistemas de calefacción, como estufas a gas o los braseros, pueden ser malas compañías si no tienen una buena salida al exterior.

En espacios abiertos, señala Tolcachier, uno de los principales contaminantes también es el monóxido de carbono, que si se respira mucho desplaza al oxígeno del cuerpo. "Además son potencialmente nocivas las partículas suspendidas en el aire, como el polvo, el humo o el vapor. Y estos se potencian entre sí", explica.

El ozono, tan necesario en la alta atmósfera para filtrar la radiación solar, se convierte en enemigo cuando abunda en el aire urbano, dice Tolcachier: "Produce cambios permanentes en las vías aéreas y un aumento de las alergias y el asma.

¿Qué hacer para evitar problemas en el bebé por nacer? Según los especialistas, lo más importante es la educación y la prevención. Las principales recomendaciones son decir no al cigarrillo y evitar lugares donde se fuma. Tolcachier agrega que conviene no caminar por calles angostas con mucho tránsito y elegir las avenidas, donde el aire se dispersa más. Aunque evitar la contaminación en las calles no resulta sencillo, los médicos aseguran que es posible respirar aire más limpio.

http://www.clarin.com/diario/2001/12/31/s-04401.htm



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